Interés general

29 años del programa universitario con adultos mayores

Por Ana Tiribelli (*)

El pasado 11 de junio se cumplieron 29 años de la Resolución de Rectorado N° 072/92, a través de la cual la Universidad Nacional de Mar del Plata aprobó el funcionamiento del Programa Universitario con Adultos/as Mayores (P.U.A.M.), dependiente de la Secretaría de Extensión de la entonces Escuela de Ciencias de la Salud y del Comportamiento, hoy Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social. La mencionada resolución marcó el comienzo de los espacios educativos con personas mayores en nuestra universidad.

La primera iniciativa de formación universitaria para personas mayores tuvo lugar en Toulouse (Francia) en 1973. Fue creada por el Profesor Pierre Vellas, bajo la denominación de Universidad de Tercera Edad. A partir de esta primera experiencia, las propuestas educativas con mayores en el marco de las universidades experimentaron un desarrollo creciente en todo el mundo.

En Argentina, en el contexto de la recuperación democrática en 1983, las universidades argentinas revitalizan su compromiso social, iniciándose un camino de ascenso de las áreas de extensión. En dicho marco se crea en la Universidad Nacional de Entre Ríos, en 1984 el Departamento de Mediana y Tercera Edad, experiencia que abrió el camino para la creación de programas educativos para personas mayores en las universidades argentinas.

El P.U.A.M. en la Universidad Nacional de Mar del Plata tiene sus orígenes en las actividades de extensión iniciadas a finales de la década del ochenta por Lucía Benardon de Galli y María Clara Bellegarde, quienes supieron identificar, evaluar y analizar las necesidades de las personas mayores de la comunidad marplatense, vinculadas a la formación en el ámbito universitario. A partir de lo cual comenzaron las primeras gestiones tendientes a la organización de cursos y talleres de extensión, cuyo único requisito para ingresar era tener más de 45 años, no teniendo que acreditar títulos ni formación previa.

La primera inscripción evidenció claramente el interés en la propuesta. Se ofrecieron siete talleres: Psicología Social aplicada, Turismo, Enfermería Geriátrica, Introducción a la computación, Escritura, Teatro y Literatura e Historia, con un total de 250 inscriptos.

Durante los primeros años las clases se desarrollaron en el Complejo Universitario. A partir de 1996 el programa comenzó a funcionar en la sede ubicada en la calle Matheu 4098, conocida como “la casita”.

Desde su creación el programa ha experimentado un significativo crecimiento y desarrollo, lo cual se refleja tanto en la cantidad de estudiantes que han transitado sus aulas, la calidad del equipo docente, la diversidad de cursos y talleres y en las múltiples actividades que se generan.

Educación Permanente, Participación Social y Promoción de la salud son los principios fundamentales que han orientado la acción durante estos años.

La educación permanente es una respuesta pedagógica estratégica que hace de la educación asunto de toda la vida, y dota a las personas de las herramientas intelectuales que les permitan “aprender a aprender”. Nuevas perspectivas sostienen que el concepto de ‘educación a lo largo de toda la vida’ es un concepto que va más allá de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente, y coincide más con el concepto de ‘sociedad educativa’, según la cual, todo puede ser ocasión para aprender y desarrollar las capacidades del individuo.

En este sentido, podemos afirmar que la educación permanente se presenta como una estrategia de promoción de salud. Giorgi (2005) define la promoción de la salud como “un conjunto de acciones de educación, investigación y acción social, orientadas a la construcción de prácticas sociales horizontales, solidarias, comprometidas y participativas, que faciliten el intercambio real de saberes y promuevan el empoderamiento de los diversos grupos sociales. Proceso social y político, que implica acciones conjuntas y sinérgicas donde convergen el Estado y sus organismos, la comunidad y los actores sociales, donde las políticas, los programas, las acciones e intervenciones apunten a acompañar y sostener el rol protagónico de los sujetos y grupos en su propio acontecer y devenir de salud”. Definición que mucho tiene que ver con la esencia del programa. El aprendizaje permanente y la participación constituyen herramientas primordiales a la hora de pensar en términos de promoción de salud.

Frente al particular contexto de pandemia, los pilares fundamentales que sostienen al programa se vieron trastocados. Ante la incertidumbre y los obstáculos, hubo posibilidad de recrear la propuesta original. El interés planteado por las/os estudiantes inscriptos, la disposición del grupo docente, el trabajo articulado con el equipo de gestión de la facultad y el personal universitario, permitió concretar la puesta en marcha de lo que es una experiencia diferente.

En el presente ciclo se inscribieron 1.220 estudiantes, 34 docentes coordinan 80 cursos/talleres, organizados en 7 áreas: Lenguas Extranjeras, Humanística y Social, Actividad Corporal, Artes Visuales, Promoción de la Salud, Expresión Artística y Musical e Informática. Las propuestas se llevan adelante a través de entornos virtuales: plataformas de videoconferencia, classroom, grupo cerrados Facebook, correo electrónico y WhatsApp, que en muchos casos se combinaron para potenciar el vínculo entre docentes y estudiantes.

En tiempos tan adversos el P.U.A.M. es considerado por las/os estudiantes como un espacio que facilita la participación en diferentes actividades, aprendiendo, socializando, ligándose a la vida a través de la experiencia grupal y la creatividad. Propuesta que posibilita una respuesta al deseo de mantenerse activo/a, permite encontrar otras representaciones sociales de sí mismo en el tiempo, reforzando el proyecto vital a través del aprendizaje.

Lo expuesto permite resaltar el sentido integral de la educación, con independencia de la etapa vital en la que se encuentren las personas. La educación entonces se constituye en una oportunidad para reflexionar, problematizar e incluirse creativamente en su entorno social, para dotar de nuevos sentidos a la realidad.

(*) Coordinadora P.U.A.M.

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